Hay algo dentro de mí que me impide tirar la toalla. Hay algo dentro de mi que me hace ser optimista sin importar las barreras que se crucen en el camino.
En el único momento del día en el que me puedo permitir estar triste, vengo aquí a escribir estas palabras porque siento que es el lugar al que puedo acudir con total libertad, en el que puedo ser totalmente yo. El lugar al que pertenezco. Parecerá una tontería pero tener este blog me ayuda mucho.
Me he puesto la banda sonora de Titanic, supongo que así es como realmente me siento. Y pienso en que, aunque duela, a veces hay que saber despegarse de aquello que nos hace sufrir. Por mucho que lo apreciemos o queramos, hay que saber decir adiós y despegarse de ello. No hay mayor dolor que esperar algo de alguien que nunca nos va a dar. Lo difícil es aceptar la situación tal y como es. Y, sobre todo, seguir adelante.
