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jueves, 25 de agosto de 2022

Madrid

No me lo quito de la cabeza. Ojalá pasen los meses y me sienta patética por haber estado llorando por un tío que no se merecía nada de lo que he hecho por él, pero sigo en estado de shock. Nunca te puedes llegar a creer lo mala que puede ser una persona. Qué poético que ayudes a alguien, de forma incondicional, cuando atraviesa una época dura y esa misma persona, en el peor momento de tu vida, te trate como si fueses como un papel que arrugas y lo tiras a la basura sin ningún tipo de miramiento. Cruel, la palabra es CRUEL. 

Ay, la de horas que me quedé ayudándole, de madrugada, y con un dolor que no se lo deseo ni a mi peor enemigo, a escribir un dichoso mensaje para su ex. Él quería reprocharle un comportamiento, pero casi que le pedía perdón y todo. ¿Creéis que ha tenido problema en gritarme y dejarme llorando noche tras noche? Supongo que el muy cobarde se ha desquitado bien conmigo. 

Teníamos una relación difícil de definir, pero te quería. Te quería muchísimo. 

Lo de Madrid fue el colmo de todas las putadas que me hiciste. Pensar con los genitales es algo que solo me podría esperar de ti. Cambiarme por un polvo barato. Eso es lo que yo valía para ti. 

Me paso los días analizando los perfiles de todas las chicas con las que has hecho que me compare. Ya no me atrevo ni a mirarme al espejo porque has hecho que me odie y que no soporte ver ninguna imagen mía. 

Si te daba tanta vergüenza, ¿por qué hablabas, a diario, conmigo? 

Seguirás engañando con tu fachada de tierno, haciendo y deshaciendo a tu antojo, pero te conozco mejor que nadie, por eso no me perdono haber creído que, esta vez, podía ser diferente. 

Me vendiste al primer postor y yo no lo habría hecho ni por todo el oro del mundo. 

Compartí mi mundo entero contigo y no te mereces ni estas palabras que escribo. Ojalá olvidarte y recuperar todo lo que me has robado.

viernes, 12 de agosto de 2022

Nunca quise llevar la razón

Me has repetido muchas veces que tengo razón, que me has destrozado. Leerlo de ti es incluso más duro, como si me atravesara un cuchillo por todo el estómago. Duele más leértelo a ti porque eres la misma persona que me decía que me quería. 

Te dije que te admiraba, pero ¿se puede admirar a una persona que solo mira por sí misma?

Dijiste que me cuidarías, pero esto se siente todo lo contrario a eso. No sabes lo que es vivir con la incertidumbre de si llevas "demasiado tiempo tratándome bien". No sabes lo que es que te corten las conversaciones por las noches, mientras lloras desconsoladamente. No sabes lo que es sentir que la cagarías, mientras esperas un poco de buen trato. Aunque solo sea por unan vez.

Me he conformado con las migajas a cambio de todo. Y, ahora, me has dejado sin nada. Me has dejado vacía de todo lo bueno que yo tenía y envenenada hasta los topes. Se supone que no me abandonarías y no has dudado en en hacerme saber que me venderías a la primera puja. 

Me prometiste que lo celebraríamos y te enfadaste conmigo por dudar, pero te buscaste tu propia celebración. Una de la que yo salía echa trizas. Todavía recuerdo mi cara de gilipollas aquella tarde que buscaba funkos para ti. Acabé el dichoso trabajo pensando que todo el dolor que estaba pasando podía merecer la pena si pasaba una única noche buena a tu lado. 

Creo que nunca quisiste buscar una solución. Me has enseñado que las palabras no significan nada para ti y que los actos no están en tu pensamiento, sobre todo si son de los buenos. 

Me has roto tantas veces que pensaba que, alguna vez, me tocaría ser el jarrón bonito, el que escogen, del que presumen y miran con delicadeza. Un jarrón del que haces todo lo posible para que no sufra ningún rasguño. Un jarrón al que le pones flores bonitas y lo colocas en un lugar ameno de la casa. 

Ahora te molesta hablar de tu ex, te molesta que yo esté rota, pero ¿y todas las veces que yo lo hice por ti? Todo el tiempo que te entregué, te di toda mi atención, aunque el tema me dañase a mí también. Me pasé meses pegada al móvil, velando por tu interés, aconsejándote y dándote todo mi cariño. Nunca me cansé del tema porque sé que cuando alguien está dolido necesita que le mimen y sentirse escuchado. Estar ahí, sin juzgar, sin cronos, sin tiempos. Sin condiciones. 

Supongo que pedía demasiado cuando quería ir al cine, supongo que el gimnasio no podía esperar cuando más frágil me sentía. Todo lo que necesitaba era un abrazo.

Supongo que un mensaje de apoyo puede suplir un mes de espera, como quien mira la ventana esperando su turno, esperando ser lo suficientemente importante para que le dediques un poco de tiempo. 

Me arrepiento de haber salido de rehabilitación pensando que si te hablaba a ti me sentiría un poco menos desgraciada. 

¿Soy la persona que ahora se tiene que leer libros de psicología para poder salir de esta espiral de desolación?  

Si algo tengo claro es que no soy la persona con la que aprendes a querer mejor a otras. Soy la persona a la que has pisoteado, a la que le dijiste que no querías sumar más lastre en su mochila, a la que le has tenido que pedir perdón mil veces porque nunca estabas dispuesto a cambiar. Nunca de verdad. Has seguido reincidiendo porque eso es lo que valía para ti. Nada. No valía nada. 

Si alguna vez te lo preguntas, la mochila no la puedo levantar del suelo. 

Nos pusiste fecha de caducidad, me lo repetías una y otra vez, como si fuese un pasatiempos cuya finalidad era un entretenimiento que se acabaría cuando ya no soportara las consecuencias de estar a tu lado. 

Dijiste que era tu mejor amiga, la persona a la que más cosas le habías contado y, ahora, son mis lágrimas las que llevan tu nombre. Me has hecho sentir la mayor soledad de todas. No me arrepiento de haber puesto mi corazón porque así es como lo sentía, pero me ha salido muy caro.

De todas las veces en las que nunca quise llevar la razón, esta es la más dolorosa. 



viernes, 9 de septiembre de 2016

Los amigos silenciosos que te salvan la vida

Hay amigos y luego están los otros, los silenciosos. ¡Ojalá los conocierais porque son maravillosos!
He encontrado amigos en libros, películas, canciones, series, videojuegos...realmente lo son. Jamás te abandonan, te hacen compañía en los mejores y peores momentos y, sobre todo, siempre te aportan algo nuevo. Todo lo que sé lo he aprendido de ellos. Suelo decir que cuando se termina una serie se va un amigo. Lo importante es saber disfrutar el camino. Y, aunque queden en el recuerdo, aunque duela, sabes que siempre habrá más amigos con los que vivir increíbles aventuras.
He deseado con ganas llegar a casa y disfrutar de esa serie que tan feliz me hace. He deseado con ganas saber más de esos personajes que siento como mi familia, como mis amigos, como parte de mi. Es que incluso he crecido junto a muchos de ellos. He sentido emociones encontradas y he gritado de emoción viendo una película. Me he entregado de lleno a libros que me han devuelto su cariño entre un millón de letras. He estado viciada a videojuegos y, durante una época, han sido todo el mundo en el que me sentía como en casa. He bailado y he llorado con esas canciones que me comprenden a la perfección. He notado la magia en todas esas cosas que me hacen sentir bien, en todos esos amigos silenciosos que te salvan la vida.  Sin duda alguna, no podría vivir sin ellos.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Lo que no se ve

Cuando las miradas hablan, las sonrisas delatan y el silencio es testigo de la química natural. Cuando algo no se ve, pero se se intuye. Cuando las sensaciones traspasan lo físico, traspasan lo artificial. Cuando te das cuenta de que lo que no se ve es lo que importa. Cuando sabes que lo único real es lo que no se puede explicar con palabras, lo que te hace temblar aunque estés de pie. Cuando la magia está presente y la sientes en tu ser. Cuando el interior sonríe a través de lo que no se ve con los ojos. ¡Qué especial es...lo que no se ve!

miércoles, 27 de julio de 2016

El día y la noche

Como el día y la noche. Sentimientos encontrados. Te levantas y te enfrentas a un nuevo día y el mundo se viene encima. Responsabilidades, cosas que hacer. Te encuentras envuelto en la automática rutina. También ves las cosas con más claridad, lejos de las fantasías. Esta es la realidad.
Y luego llega la noche, llena de magia, de encanto. En definitiva, cargada de sueños donde la esperanza resurge cual salvación. Los sentimientos te hablan, te erizan el alma. Los pensamientos se plasman en ilusión. Bonito, triste...una mezcla de todo. Pero siempre estoy yo, más optimista que nunca a pesar del desencanto. Me aferro a cualquier halo alentador. La música me anima y elimina cualquier dolor.
Y es que vivo enamorada del amor porque aunque no lo tenga lo siento en mi interior. Porque cualquier forma de amor, cualquier mínimo detalle, te salva el día.

miércoles, 6 de julio de 2016

Me enamoré de la vida y no supe decirle que no

Me enamoré de la vida y no supe decir que no. No sabía dejar de sonreír. La vida no me daba lo que quería y aún así, yo insistía. En no parar, en no dejar, las oportunidades escapar. Porque sabía que lo que viene también se va. Que los errores suman, no restan jamás. Que es mejor hacer que deshacer. Y que jugar sin la red da miedo por si te viene un revés, pero merece la pena jugársela cuando decides creer. Me enamoré de la vida y aunque me daba la espalda, yo seguía en alza. Me enamoré de la vida y no supe decirle que no. La esperanza no se iba, cual amiga mía. Me enamoré de la vida. Me enamoré con todas las consecuencias. Nunca me arrepiento, que de perder, siempre estás a tiempo. Nunca me arrepiento de lo que hago sino de lo que dejo sin hacer, eso de lo que me acuerdo cuando cierro los ojos. Cuando no lo quiero ver. Me enamoré de la vida y me subí al tren. Me enamoré de la vida y es lo que quiero, es mi adrenalina.

lunes, 4 de julio de 2016

El amor no está en el aire

El amor no está en el aire, está dentro de ti. Y quizás sientes que pide a gritos salir.
El amor está en todas esas cosas que tanto te gustan, que no te fallan, que te buscan. El amor está en la canción que bailas a todas horas, en ese mensaje que mandas con ganas, en la sonrisa de tu mirada, en la emoción de los planes que preparas con antelación. El amor está en lo esperado pero, sobre todo, en lo inesperado. El amor está en los pequeños detalles, esos que hacen que la rutina se convierta en algo apasionante. El amor está en una cena con tus amigos, esos que congelan el tiempo con su sola presencia. El amor bebe de los recuerdos, se alimenta de las fantasías. El amor está en la experiencia, la más sexy inteligencia. La mejor de las vivencias. 
Yo solo pido que nunca te falte este tipo de amor. Que las cosas, con ilusión, se convierten en eternas cuando salen del corazón. Que el amor sin motivos, ni razón, es el verdadero amor. Que no llega para quedarse porque nunca se va, porque no lo dejas escapar. Que viaja contigo allá donde vas. Que te pertenece a ti y te llena compartirlo con los demás. 
El amor, eso que tanto te empeñas en buscar ahí fuera, está aquí. El amor está en sentir. Y, sobre todo, en vivir.
El amor no está en el aire y aunque pocos lo creen ver, se manifiesta cuando se te eriza la piel. El amor, en definitiva, te delata, es tu forma de ser.